VIVIENDA
Informe sobre propuesta de transferencias a personas no registradas en planes del MIDES ni BPS
Las respuestas que el gobierno está dando para paliar la crisis económica y social que se está desprendiendo de la crisis sanitaria son lentas, llegan tarde y son insuficientes.
Una de las explicaciones por la tardanza en su accionar, es el desprecio que se le tenía a una cuarta parte de la población trabajadora que no cotiza en el BPS. El impacto de la paralización de actividades y disminución de la demanda se hace sentir casi instantáneamente en este sector de la clase trabajadora. Esto explica, además, el impulso organizativo de distintos conjuntos de personas (desde el movimiento sindical, el cooperativo, feminista, las asociaciones de vecinos, etc) para crear ollas populares, recolectar donaciones de alimentos, o generar canastas para llevar a familias necesitadas.
La última medida anunciada por el gobierno, además de tener complicaciones operativas para que las personas puedan acceder a la prestación (inscripción telefónica en MIDES con líneas colapsadas, descargar la app), es insuficiente. Apenas llega a cubrir el 30% de la Canasta Básica Alimentaria, o el 12% del promedio de gastos en alimentos y bebidas no alcohólicas del 10% de la población con menores ingresos, o el 9% del Salario Mínimo Nacional.
Por último, las posibilidades de quedarse en casa y en particular de desarrollar trabajos desde la misma son menores para hogares con trabajadores o trabajadoras informales que formales, dado que en la comparación los primeros tipos de hogares cuentan con peores condiciones edilicias y conectividad. A la vez, también deben afrontar tareas de cuidados y reproducción de la vida, repotenciadas por las medidas de emergencia sanitaria como el cierre de instituciones de educación inicial, primaria y secundaria.